Cuando se junta el emprendimiento y la pasión: Historia de Patagonia
Todas las semanas con el equipo de Tetuan Valley nos reunimos para compartir un espacio donde nos contamos cosas que nos interesen a cada uno. Eso nos ayuda a conocernos mejor entre nosotros, pero nos dimos cuenta de que contamos cosas que también pueden interesar a los demás, porque por algo decidimos trabajar en una comunidad de startups, tenemos muchas cosas en común.
El día que le tocó a Tomás Burgaleta, ops analyst, fue el que decidimos que esto podía ser compartido más allá de una reunión de equipo, y fue con ese objetivo que escribimos este artículo.
Esperamos que lo disfrutes tanto como nosotros. No deja de ser una historia de emprendimiento y pasión y si estás aquí es porque algo de eso hay dentro de tí también.
Sin más intro, empezamos…
Entre todas las marcas y negocios que puedes encontrar en el mercado hoy en día, existen aquellos emprendedores que más que crear un producto plasman una pasión, una forma de entender la vida en su producto.
Hoy te vamos a contar sobre un emprendimiento inspirador, concretamente de una historia de aventureros.
Así comenzó la historia de una compañía con visión
Yvon Chinouard, era un gran escalador en los años 60. En estos años, era el comienzo de la escalada deportiva. Al principio los materiales eran extremadamente frágiles, por lo que Yvon decidió fabricar su propio material y fue tal el éxito que comenzó a venderlo a otros escaladores.
Su pasión comenzó en el colegio cuando su interés por los halcones le hacía descender acantilados para acceder a los nidos. Venía de una familia humilde y durante su juventud él tenía una vida precaria. Se dedicaba a escalar, surfear y vender este material de escalada para sostener sus gastos. Durante semanas, vivía con tan solo 50 centavos al día, para comer compraba latas abolladas de atún para gatos en San Francisco y las complementaba con avena, patatas y animales que cazaba.
En 1968, se embarcó en una aventura con otros 3 locos como él. Su idea era ir en furgoneta desde California hasta la Patagonia, para alcanzar la cumbre del famoso pico Fitz Roy. Este viaje influenció muy positivamente en su vida, y queda recogido en este documental que te recomendamos ver: Mountains of Storm.
Un pequeño inciso
Entre aquellos locos estaba un tal Douglas Thompkins, que acababa de vender su empresa, The North Face. Tras el viaje, Doug quedó enamorado de la naturaleza de la Patagonia, se dió cuenta de que eran unos terrenos que se veían amenazados por el crecimiento industrial y desprotegidos. Así que tras haber vendido otra empresa de ropa en 1989, aprovechó el gran beneficio económico que obtuvo de esa venta y se dedicó a comprar terrenos salvajes en la Patagonia chilena y argentina.
Compró más de 810,000 hectáreas de áreas silvestres en Chile convirtiéndose así en uno de los mayores propietarios de tierras privadas del mundo. Se centró en la creación de parques, la recuperación de la vida silvestre, la agricultura ecológica y el activismo, con el objetivo de salvar la biodiversidad.
Al final, queriendo conservar esa naturaleza, Doug ha logrado que la Patagonia siga siendo hoy en día uno de los lugares más salvajes de nuestro planeta.
Pero volvamos con Yvon
Tras regresar de la aventura patagónica, en un viaje de escalada en Escocia, regresó con un polo de rugby que comenzó a usar para escalar, por su resistencia y comodidad. Y, al ver que todo el mundo le preguntaba por él, decidió empezar a venderlo.
A partir de ahí, la empresa empezó a crecer y, a pesar de que tuvo que pasar por grandes crisis, Yvon se mantuvo fiel a la idea de vender productos simples con una buena calidad, hechos para aguantar y ser usados para aventuras, y sin poner en riesgo el medioambiente.
Con esa visión, Fieles a esta idea, entre otras muchas cosas, lanzaron campañas de marketing como la que aparece a la derecha.
Este anuncio lo pusieron en el New York Times en pleno Black Friday para criticar la sociedad de consumo de hoy en día. En contra de nuestra intuición, Patagonia aumentó las ventas en los años siguientes. La marca fue pionera en implementar el programa Worn Wear que permite a los clientes devolver la ropa cuando ya no la pueden usar más y ser recompensados por ello. Además, el 1% de sus ventas totales anualmente son destinadas a luchar contra el cambio climático.
En 2022, Yvon decidió donar el 98% de Patagonia a una ONG para ayudar en la lucha contra el cambio climático, lo que equivalía a 3 billones de dólares. Yvon no lo hizo por el dinero sino por su sueño, ya que es un hombre feliz que sigue escalando, pescando y surfeando. Su filosofía de vida y de emprendimiento queda plasmada en el libro “Let my people go surfing: The education of a reluctant businessman” que te recomendamos leer.
Cumplir tus objetivos es increíble, pero cumplirlos siendo fiel a tus principios crea un valor y satisfacción existenciales únicas. Esto, como se vió en las numerosas que crisis que sufrió Patagonia, refleja que inevitablemente conlleva ir por un camino más complicado y tus probabilidades de éxito financiero disminuyen. Pero, ¿acaso el éxito debe medirse únicamente en métricas de facturación y break-evens? ¿no deberíamos tener en cuenta la satisfacción y el valor generado en nuestro entorno? Quizás, el éxito no esta en lograr un objetivo, sino en haber cumplido con tu deber para intentar lograrlo.
La visión de Yvon de plasmar un objetivo vital y genuino en su negocio, es la clave de su éxito. Ha logrado enamorar de su misión a Patagonia, y encontrar una gran resiliencia, y esto se transmite al equipo. Aquellos que siguen enamorados con el proyecto no pararán hasta intentarlo, ya que tienen una motivación superior, más profunda, pues su motivación va más allá de los resultados financieros, busca la realización personal.
Las historias de Yvon y Doug, son distintas formas de entender el emprendimiento, Yvon hizo de su empresa un objetivo vital y Doug vendió para cumplir el suyo. Pero a la vez, son formas similares de vivir una vida, enfocándose en cumplir con sus objetivos vitales.
La resiliencia de estos proyectos vitales surgen de una mentes apasionadas que no traicionaron a sus principios y que no dejaron de creer en su misión. Así que esperamos que estas historias te sirvan para inspirarte a lograr cumplir con tus objetivos!
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